Los portales de Leonid tienen la fuerza de la conexión al yo interior y la canalización de la energía de la naturaleza. Una clara alusión a la plenitud del mundo natural. La luz frontal pone un foco tridimensional, exaltando a los protagonistas que desbordan los márgenes para abrazarnos, emergiendo de la oscuridad donde siempre está la cruz del sur. El oficio impecable de pintor en su pincelada preciosista nos interroga ¿Cómo habitamos el territorio? ¿Cómo nos vinculamos con nuestros animales?